"Pero él nunca dejaba de
escribir"
(...)
Las palabras venían de sus
pensamientos, las palabras venían de sus sentimientos, se deslizaban
entre sus falanges, entre las yemas de sus dedos, mientras se dejaba tocar
el corazón de melodías que él aun no comprendía, solo
se dejaba llevar por la vaga ilusión de una más vaga realidad no tan
real.
Solo es cuestión de abrir los
ojos y dejar de mirar lo que hay en frente para irse de aquí y
llegar "allá", es tan fácil, tan delicado y
simple pero a la vez sofisticado, solo es cuestión de dejarse llevar
por cada tintineo de palabritas, por cada tintineo
de partículas sonoras que trasmutan el cuerpo a la otra realidad, la
realidad no tan real, o quizás si, pues ¿qué es real?
¿Qué es realmente real?, ¿porque no vivir
en la redundancia de lo redundantemente absurdo?
Solo por momentos, solo en la intimidad de
la pura inocencia del alma, la pura inocencia de lo que pasa de repente.
Es así como hay palabras que
vienen y van, como las personas, como los sentimientos, como los años, como la
vida, como todo, solo vienen y van.
Cuando se busca, pareciera jugar al
escondite, pareciera ser tan atrevida e impertinente la musa que solo llega
cuando lo desea, algunas veces es una prostituta que se acuesta
con cualquiera , otras veces es amante única que no se
despega hasta ese momento en que llegan de nuevo sus compañeros, sus
instrumentos.
Es así como he de pensar de
nuevo en quien es realmente el instrumento, ¿el escritor o la inspiración?
¿Quien usa a quien?
Es la melancolía, es
la tristeza, es la felicidad es balanza de equilibrio invisible
e intangible pero libre, o solo es alabanza de un ansioso
espectador.
(Suspiro) LIBERTAD...
libertad...liber...tad... libertad de llorar, libertad de encontrarte y saber
que estas ahí, incluso en esta cárcel puedo ser libre ¿o acaso será
otra ilusión o la misma palabra me
llevara a la esclavitud? ¿ O vuelvo a lo mismo? ¿Un desdén de
palabras sin sentido tratando de no estar aburrido?
Buscando profundidad, buscando un poquito,
solo un poquito de lo que a veces es o era tan abundante, son muchos y a la
vez tan pocos, son tan subjetivas y objetivas las dualidades, la controversia
de un existencialista va más allá de la de cualquier otro humano,
otros prefieren solo beber , otros se embriagan de amor, otros de su anecdótica ilusión .
Yo solo quiero, hablar de cosas sin que
las cosas sepan que hablo de las cosas, solo quiero decir disparates y
compartir disparates sin que los disparates miren mis disparates como
disparates, solo quiero una dulce condena, una dulce rendición.
Lo que más rabia me da es saber
que quizás se fueron y peor aun nunca volverán , no sé si
me quisieron, no sé si existieron, solo yo soy el único artista
testigo de tan bella creación, pero si ha desaparecido ¿como puedo
compartirla con lo que yo llamo inspiración? que RABIA, QUE IMPOTENCIA,
QUE DEBILIDAD, QUE CORTO SE QUEDA LA TENUE REALIDAD, conformismo con
una crónica de un espejismo y el dolor de un gemelo, con frases y
palabras que con el tiempo serán trasmutadas en olvido.
...
UNO… era el joven
que sonreía mientras era azotado, en aquel cuarto oscuro, viejo y
anticuado, aquel joven al darse cuenta de su entorno, no tuvo
más opción que dar a conocer una historia que quizás él
solo sabría o que quizás el atacante
en algún momento contaría;
Marzo 15 de 2005.
Esteban se encontraba de camino al
colegio, era una tarde como cualquier otra, mientras caminaba con sus
pantalones grises y su camisa blanca, esteban se preguntaba
si podría declararse por fin con CLARA, clara, clara, clara,
tormento de muchos por ser tan inalcanzable, tan intocable, tan perfecta
pero tan lejana, tan imposible para alguien como "él", pero
aun así era su suspiro matutino, el de la tarde,
mientras dormía, mientras caminaba a la escuela.
En una esquina el viejo vendedor saluda
como es rutinario a esteban, aquel anciano vendedor de dulces, le dijo a este
joven enamorado que viviera más en esta realidad, que la realidad era esto,
vender dulces y sobrevivir el día, a día.
A esteban no le importó, el
solo quería sentir eso, llenarse de la posibilidad, de el "tal
vez o qué tal si", sus sueños eran lo único para seguir en aquel
entonces, el solo guardaba su enamoramiento para él, era su tesoro, y aunque sabía
que ella era la niña más linda del colegio, y que muchos estaría quizás en
la misma situación que él, no le importaba, no le importaba que los
de mayores grados le tiraran los perros, que le acortejaran, no le importaba,
para él su amor por clara, era tan claro como el nombre de su amada, era
tan único que solo podría ser amoldado a un amor
tan único como él de ella.
¡ESTEBAN! , le grito la profesora de
español.
Te estoy
preguntando, contéstame, últimamente andas muy elevado.
De nuevo la burla de todo el salón,
el bullicio, las carcajadas, las bromas pesadas, el solo estaba enamorado
¿porque tenía que ser tan difícil y complicado?
Para su fortuna, Clara se encontraba en
otro grupo, aunque cursaban el mismo año, así que la pena de aquel
momento y el exalto de la profesora Clementina solo era la tortura de su
momento.
Ya era Hora del recreo, Esteban se
preparaba para buscar a Clara y hablarle tan claro como fuera posible, se
armaba mil cuentos e historias, como podría empezar, que
le podría decir, solo era cuestión de tiempo para que
alguien se adelantara, no podía esperar más, tenía que hacerlo
pronto, tenía que darse a conocer.
…
Un nuevo golpe en el rostro,
"DESPIERTA florecita", de manera irónica y violenta una voz
lo señalaba mientras él sentía mucho calor, sudor, sangre y mucho,
mucho Dolor.
Todo un mar de figuras borrosas y la negra
oscuridad de un cuarto en quien sabe qué lugar.
¿Dónde, don…de estoy? - pregunto Esteban
con voz entrecortada
¿Donde estas?, ¡ja! Pues en el paraíso,
acaso no lo parece GRANDISIMO IMBECIL. – le contesto una repulsiva voz.
Miles de pensamientos en tan solo un
segundo, miles de reacciones en tan solo un segundo, un solo parpadeo, el
despertar y saber que algo malo estaba pasando mientras su corazón se
aceleraba tan fuerte como nunca antes en su vida lo había sentido,
una presión en el pecho que parecía que lo iba a explotar.
(Continuara...)