Te extraño, te extraño demasiado,
quisiera entregarme a esa dulce melancolía de poder extrañarte libremente sin
esa parte de mí que me dice que no vale la pena, que tiene que haber una
ganancia añadida, que tiene que haber un motivo para extrañarte que no depende
solo de mí, que quisiera que ese extrañarte significara que tú también me
extrañas a mí, y es entonces cuando siento esa presión en el pecho, siento ese
calor que me ahoga, esa asfixia que me recuerda las páginas que desangre
escribiendo por ti, toda esa sangre que
se derramo de mi corazón, incapaz de creer en el amor, incapaz de creer que no
pudieras ser tú, porque deberías ser? Porque recuerdo esas lágrimas , hoy
invisibles, pero puedo releer el pasado y es entonces que al ver esas viejas
cartas, veo ese sincero amor arrojado a la basura, y de nuevo quisiera arriesgarme
, arriesgarme absurdamente, atando una cada a mi tobillo derecho, y el final de
la cadena una roca, y lanzarme de nuevo al lago profundo, creyendo que la
piedra me hará flotar, ¿Por qué acaso el amor no es ciego?, heme aquí con las
ganas de desear tener de vuelta, pero te veo a lo lejos, y me doy cuenta que no fue posible, que
aunque me arda el alma y la piel ya no estás aquí, que llorarte incluso ya no
es una posibilidad, pero disfruto de ese amor que aun te tengo, por lo que
fuiste, solo por ello quisiera arrojarme de nuevo y decirte todo, decirte que
te extraño y que tu dijeras que estuviste esperando todos estos años por mí,
pero recuerdo lo doloroso que ha sido poner una mejilla y después la otra, y tal
vez si sea arriesgado a perderlo todo, pero no soy masoquista, me he tenido que
entrenar en aceptar, en pelear contra mí mismo, y no contra los demás, después de
todo y pesar de todo lo que pudiera decir o hacer, simplemente quisiera poder
dormir a tu lado, abrazarte y dormir para siempre a tu lado, estar en un ciclo
infinito de estar solo los dos y que no importe el resto del mundo, en un sueño
valdrá la pena quizás revivir una y otra vez esta ilusión.
Creo que eso es todo lo que soy
capaz de escribir bajo el agua, esta vez he bajado con la llave, es todo lo que
bajo el agua he logrado escribir, la presión es demasiado, necesito aire, fue
agradable al menos por un momento arrojar todo, salir corriendo, y gritar sin
el miedo a los señalamientos, hoy te he saludado y de nuevo me tendré que
despedir, con ese mismo silencio que te salude me vuelvo a despedir.
Por eso, esto es uno más de esos
silencios “inexistentes” pero reales, un silencio que solo quiso SER, y que existió
para sí mismo, pues después de todo la única certeza estaba en sí mismo.
olvidada decir que a veces temía escribir por el mismo miedo a descubrir quien había en mi, pero creo que de nuevo se hace necesario llegar hasta el borde y enfrentarse a los miedos, aunque a veces ese miedo este frente al espejo, o aunque a veces fuera imposible reconocerse en el mismo.
¿Quien seras hoy?,¿ a quien le pertenecerá tu corazón? ...