La música manjar de inefables
sensaciones, la salsa el sabor que a veces solo un "caleño" entiende...
ojala la música mueva lo que las palabras solas no pueden, ese es su mejor transporte...
¡Que viva la música! ... hay cosas que solo experimentándose se
comprenden de verdad.
¡¡¡Hoy soy salsa!!! En mis venas hay un bajo ton
ton, una campana que tintinea más fuerte que la de la iglesia, "tu tu pa, tu tu
pa", marcando el paso, ¿¿¿que dicen???, las trompetas fuertes gritando por
mas sabor, mas guaguancó "cuidado que me quema”!!!
Entrar a un lugar y bailarse toda la baldosa,
sentir la música, como retumbándote en el pecho, estremeciéndote el pecho, haciéndote
temblar la cabeza, "¡ay Dios!", eso mi hermano, es una cosa sabrosa, no
es solo la rumba, no es solo el trago, ¿ acaso quien dijo que para gozarse una
canción es necesario meterse algo que te estalle los sentidos?, si esos están
bien despiertos, esas cosas lo que te hacen es atrofiarte la vista, engañar a
la mente, ( aunque hay quienes dicen que de vez en cuando un poquito de lo uno o de lo otro no ...).
es dejarse llevar por ese bajo del demonio¡¡,
que más bajo, más abajo del suelo, ese sonido que te engaña el palpito del corazón,
y esté quiera seguirlo, que los timbales le den duro a ese cuero, a ese
protector, las campanas trinando, estallando con el mundo, estridentes
trompetas, ¿ que anuncian? ¡RA KAN KAN!.
Caminando por las escaleras de la salsa uno
se da cuenta que se escapa de resbalar de la emoción, ¿la letra?, ¿el sabor?, ¿el
sonido?, la unión de ese sin fin de variables, esa ensalada tropical, ese vivaz
movimiento, la música y lo que logra generar supera la ficción, pero hay que
abrirse a la idea, a la oportunidad. Abrir el oído abriendo la mente.
Nada de música pasito,
la música tiene que sonar ¡duro!, el volumen va hasta el máximo, ya el
SON, el tema, el sentimiento lo da la canción, la letra, LA VOZ¡ el cantante!, tu pareja, el baile, la soledad, "¡la musica va sola!".