Lentamente aquel copo de nieve perdido entre todos los demás, va cayendo
tomando cada espacio del frio tiempo, perdiéndose en viejos pensamientos,
anhelando ser más que lo que es, mientras aquella melodía nórdica pareciera
contar más historias que el eterno invierno de aquel lejano lugar, la flauta de
la Diosa etirtre se pavonea con el peso de una realidad pasada.
Fue más el sentimiento, el hielo se volvió agua, y se perdió en
el firmamento
Ahora libre como el viento, puede viajar más rápido y a su
voluntad, ya no es él, el movido por el antojo de un misterioso titiritero
Ahora es él quien decide a donde moverse, y a quien mover sin
mayor brusquedad, como si no estuviera ahí, simplemente dándole forma a su
sueño que era más cálida que su forma exterior, era su esencia la que anhelaba
algo mejor, algo diferente, el cambio fue peligroso, pero ahora él y todo era
uno,
Ahora uno hacia parte de otros unos formando un gran todo.
En una lejana ciudad de maquinas humanoides, entre párrafos de
un idioma avanzado y sin inusual , son las nuevas aleaciones de este mundo
futurista las puertas a la maravilla de
lo hoy no hay rastro, solo una vieja y rara aleación de millones de años, algo
a lo que llamaban “oro” aparentemente, esta piedra grabada menciona a aquella
Dios imaginaria, estirtre era más que una diosa un sentimiento, un atributo
sentimental de aquellos que hace mucho posaban sus pies sobra el subsuelo, hoy
solo hace parte del museo de la historia para aquellos humanoides, mientras aquel
niño se imagina, ¿que sería el hielo?, ¿que sería un Dios? , pero más aun, ¿que sería
un humano?
suena la alarma , ya de nuevo se hace hora de tomar algo de radiación para recargar energías...