La realidad

Sentí escalofríos, simplemente mientras leí esa palabra y la sentí muerta, recordarlo se encarga que de nuevo una descarga eléctrica recorra todo mi cuerpo, quise corroborarlo y repetir la palabra de nuevo, una y otra vez en mi mente, una y otra vez, después con temor en mis labios simplemente pronuncie la palabra, y ella no existía, solo era un sonido sordo, un ataúd de letras, “mi amor”, era como decir nada, solo una recubierta dulce de pasado me hacía recordar el júbilo que producía mencionar esas dos palabras, para quien eran, es extraño recordar que nacieron de miel y ahora son nada, son vacías, no hay contenido ni vida en ellas, son fantasmas , son espectros irreconocibles, siluetas de un néctar olvidado, de un elixir perdido.

Del grillo y sus aventuras.

Tantas canciones por escuchar, tantos libros por leer, tantos mundos por conocer...

¿Destino acaso me encadenaras a una sola canción?,¿ a un solo libro?, ¿a un solo mundo?

Del viento del oeste y del este muchos aires vendrán, pero sus argumentos como las palabras van al aire.

Con tu labial escribiste tu nombre en mis labios y de allí pasaste a mi corazón y mientras los locos siguen contando cuentos y dándonos de comer de ese alimento que de verdad nutre, yo sigo viendo paraíso en el desierto y barcos en las estrellas.

¿Aprobación?, já, permíteme reírme, los condenados al éxito no necesitamos  de ese veneno de que llaman aprobación, desde que nacimos, nacimos con una sonrisa que puso el mismo Dios en nuestro palpitar.