“Yo te veo, tú me
sigues, eres tan parecido a mí, pero nunca supe que era una cárcel y no un
reflejo lo que había al otro lado.”
Capítulo 1.
Para aquellos que buscamos trascender en una letra, en una
pincelada, en un acorde, resulta imposible encontrar esa trascendencia,
simplemente es algo que se anhela con toda la existencia, a veces se creer
llegar con aquellos éxtasis a tan encantador clímax, es esa meseta permanente
la que busco, es ese lugar en lo alto del olimpo y la oportunidad de hacer
parte de un todo lo que a veces pareciera ser suficiente para vivir la vida, es
ese propósito imposible que me resulta tan llamativo y aunque a ciencia cierta
no sé lo que es simplemente sigo buscándolo, trascendiendo en cada acto de mi
vida o al menos cuando estoy despierto, cuando estoy consciente, cuando estoy
presente, en lograr disfrutar de “eso”.
Recuerdo una vez de pequeño ver al cielo azul, ver unas
pocas nubes blancas muy en la lejanía, recuerdo haber visto un ovni, mientras
mi hermano se encontraba jugando un torneo de futbol, yo por un momento me
logre abstraer y fijar la vista al inmenso cielo azul, despejado casi en su
totalidad para ese entonces, recuerdo decirle a mi papá que mirara el punto al
cual yo no dejaba de mirar, aquel objetivo gris en la lejanía que giraba sobre
su mismo eje, tal y como aparece en la televisión y aquellos documentales
alusivos a Roswell o el área 51. Señalando simplemente para que mi padre no
lograra ver nada, para aquel entonces yo tenía 10 años.
Recuerdo mi primer beso, fue muy emocionante, aunque no fue
precisamente lo que uno esperaría que fuera el primer beso, creo que tenía 12
años, fue con la persona que menos creía, ella nunca me inspiro un beso, para
colmo de males para aquel entonces aun le temía a la oscuridad, y me encerraron
en un cuarto donde se deja la basura caer por un agujero, ese día yo estaba en
un cuarto piso, rodeado por mis amigos de aquel entonces, señalándome y
presionándome para besarla a ella o encerrarme en ese cuarto oscuro,
afortunadamente no era mal oliente a pesar de su uso habitual, para mi fortuna
la basura no permanecía o duraba allí, casi logran dejarme encerrado pero
accedí a dar el beso. Ese día fue uno de esos recordatorios sobre que las cosas
no son siempre como uno quiere, que se pueden aun así disfrutar, y que el miedo
es un arma a favor del destino.
Hoy estoy en todas partes y en ninguna, tengo la oportunidad
de continuar con mi consciencia y ser otros yo en otras partes, en el antes y
el ahora, el futuro me es totalmente incierto, solo logro vivir el día a día,
viendo amaneceres, escuchando chismes de personas que ni conozco, logro ver mi
ciudad y muchas otras ciudades que jamás imagine existían, ahora estoy en el
aire, y en el agua, en la lluvia de la mañana y en los rayos del sol, estoy en
la carretera mientras cambian una llanta pinchada mientras se dirigen a un
viaje y también estoy en el billete que acaban de entregar en un peaje, hago parte de todo y de nada, sintiendo
y compartiendo saberes y sentires, aunque nadie sabe que estoy allí, nadie sabe
que puedo verlos, que puedo escucharlos, que puedo sentirlos, pero no puedo
mostrarme, no puedo expresarme, estoy limitado por la forma, pues al ser todas
y ninguna al mismo tiempo, simplemente hago parte de una sinfonía de la cual
solo soy instrumento pero no puedo tomar cartas en el asunto, es extraño,
quisiera poder tomar una forma humana, o lograr de alguna manera tangible hablar,
pero me resulta imposible, es extraño nunca imagine que después de ese
experimento en el laboratorio todo fuera a transformarse en esto, nunca creí
que jugar a ser Dios, me llevara a cumplir una condena eterna de la cual nadie
sabe que lo hago.
Siempre hay un adán y una Eva, no necesariamente corresponde
a un género, realmente son a los roles y la energía confluye en la historia de
la humanidad, he podido ir tan atrás en el tiempo y recorrer las tantas
historias que resulta absurdo como en detalles tan pequeños como la rosa que le
da un niño a su abuela un día antes de que comience la segunda guerra mundial,
pudieron ser momentos que se cristalizaron en la gran historia que toda la
humanidad ha vivido pero que no ha logrado ver.
A decir verdad tuve muchas dudas en adonde y como quedarían
plasmadas estas palabras, pero por fin llegue a entender como un susurro podía
llegar a los oídos de los poetas, los músicos, los científicos, los
astronautas, el hippie, todos han escuchado uno de mis pensamientos, y para fin
de dar a conocer esta historia tuve que perseguir a un bebé y desde su
nacimiento dirigirlo en experiencias una a una para lograr acomodar cada
palabra, de una manera perfecta de la ecuación perfecta, lo que a mí me tomo
miles de años, a un ser humano le pudo tomar solamente 25 años, los dos hicimos
un acuerdo y concordamos en respetarlo.
Creo que hay demasiadas ideas en el aire, así que
deberé iniciar por el principio.
Capítulo 2
Es el año de 1914,...
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