Un caminante anciano,
aquejado por las huellas de las experiencias, de los caminos llenos de huecos,
huecos que ahora lleva en sus piernas, tocando puerta a puerta , dando paso a
paso, un anciano caminante, haciendo camino, pobre, sin posibilidades de más
que lo que sus pasos ya desgastados, su pierna izquierda envuelta por vendas
viejas y gasas mal olientes esconden entre sus verdes , amarillos y purulentos
olores mil historias, historias de abandono, de familia, del estado, de si
mismo, cada quien lleva a cuestas mil historias, lleva consigo sus propias
penitencias , sus propias cuentas por pagar, en el camino en el bus, en al
mato, o a pie, vemos mil caras, vemos mil personas con sus mil historias, esta
vez solo fue un pobre anciano en busca de esperanza, la que se da día a día con
su caminar, pues no tiene un lugar, el único seguro que tiene dice ser “es la
muerte”, mientras tanto cada quien continua ignorante de las mil historias que
soplan cada día susurrantes a nuestras vidas, incluso mientras dormimos.
“A veces el inconsciente
te recuerda cosas que creíste totalmente olvidadas, hay cosas que se llevan
dentro de sí para siempre, hay personas que jamás se perderán del alma y se resguardarán
allí infinitamente.”
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