- Caen, suenan, palpitan. Yo las escucho, yo las siento,
las veo moverse, deslizarse, las veo llorar, las veo cantar, como gotas, se
deslizan las notas y caen al suelo, llenan el alma o la terminan de vaciar. El
silencio abrumador del hoy es diferente a los demás, hay nostalgia y tristeza,
hay campanas de muerte de nuevo, pero esta vez no me preocupan, es como si ya
estuviera acostumbrado, o peor aún, como si no sintiera nada, pero me da
tranquilidad escuchar entre su estremecer un coro que dice: "Todo pasara,
todo pasara".
- Estruendosas, increíblemente adictivas, el éxtasis
tocando a la puerta, la lujuria de una noche totalmente negra, indecorosa, unos
ojos extraños, un baile prohibido, unos labios llamativos esperando, unos ojos
que siguen mirando, la locura En cada palpitar, ahora el coro es diferente,
gritan palabras que no entiendo, en un lenguaje que aún no sé, pero que
estremece el cuerpo y no llena de energía, con ganas de correr con adrenalina
hasta el fin, y seguir corriendo, sentir el frio, después el calor de cada gota
de sudor, saltar en cada charco bajo la lluvia y finalmente preguntar ... tu
eres mía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario