TODO

Tome la tierra con mis propias manos, mientras se deslizaba seca entre cada blanco pliegue, dejando ese color café tan particular, el aire golpeaba los sentidos y la tierra simplemente seguía la corriente, de nuevo tome aquella materia desmenuzable, de donde su cultivo y su color eran lo mismo, tratando de entender mi paso por este mundo, una superflua circunstancia transformada en divina por la oportunidad de la consciencia despierta, un segundo se volvió una hora y una hora una eternidad, los sentidos estaban atolondrados ante la majestuosidad perenne de la creación, los colores, el sonido de mar sin el mar presente; eran los árboles cantando y el aire caminando entre ellos, tenía por flash a la mejor iluminación , el sol está preparado apuntando al horizonte, a lo lejos sinuosos ríos, lagos , montañas lejanas desde donde alguien más podría estar haciendo lo mismo, por un momento el todo y yo fuimos uno, por un momento recordé como uno es todo y todo es uno, volví en sí, en un respiro sin antes percatarme que el cielo y la tierra Nunca estuvieron tan cerca.
La sombra cobija el verde pastizal, como cuadros en un rompecabezas entrelazado, el alma grita desesperadamente algo que los ojos y la mente no logran comprender, el viento susurra y golpea estrepitosamente la verdad, mientras tanto la carnal existencia limita una verdad oculta, una realidad entendible solo en sueños, por lo que hay que soñar incluso despierto para entender que TODO está allí, aunque uno no lo pueda entender.
A veces, si uno lo permite, existe la posibilidad de embriagarse de realidad, y volar sin alas.