Equivalencia universal… A

Equivalencia universal… A

Aunque azul sea el cielo, los peces no nadan en él, ni las palomas vuelan en el mar; juegan a ser el otro en mundo paralelos entre sí, así como un tren de aquellos tiempos memorables de Londres donde aquel humo negro era el emprendimiento de una evolución de ideas, aunque hoy sea la constante toz de las aves que mueren por poder vivir en aquel liquido cielo, que les ha de quedar tan lejano. Los peces aun así tampoco pueden prevenirlas de aquel grasoso contraste de mar negro que nada tiene que ver con aquel que separa a nuestra Europa oriental con aquella Asia occidental, sino es lo que los peces nominarían el humo de su medio, ya sin poder “respirar” su propio medio, (por así decirlo).

Y ahora son los dedos del pianista ,de nuevo pretenden dar a entender algo, algo que para nuestros días no se percibe con la audición, en medio de su desespero aquellos dedos que quizás en el tiempo se perdieron bajo un esmoquin de guantes blancos; pues hoy ya solo tratan de hablar como si tuvieran un boca para pronunciarse, cada nota deslizándose delicadamente en cada semejante blanca y contraste yang a la vez, viajando en el tiempo de nuevo, para susurrar delicadamente cual caricia al viento un mensaje oculto entre letras, entre madera que con el tiempo será hoja, que con el tiempo será polvo, que con el tiempo será aire, que con el tiempo llegara quizás a algunos pulmones, que quizás con el tiempo se dejaran desvanecer y harán parte del subsuelo, siguiendo la equivalencia universal y volviendo de su origen a un nuevo comienzo, la madera es lo qu

e fue y lo que será para la eternidad, quizás como madera, quizás como energía pura…quizás como montaña de utopías soñadoras, montañas de alegría y magia, flotando en el aire, de difícil acceso pero de grandioso y asombroso explosión, con lagos cristalinos y un clima tan cálido y cándido a la vez que se asemeja con el edén, quizás por ello es tan difícil volver a él… donde pudo quedar aquella amistad?, donde pudo quedar aquel rastro de tristeza, aquel sentimiento perdido en la nostalgia y la perturbación del alma, aquel salado momento más que con gotas que no parecieran cesar de malestar, gotas que recuerdan lo que alguna vez fue y por lo que aun se sueña tener, aquellas que dieron una vez una grandiosa vida hoy solo se asemejan a la sombra de la luna donde la muerte solo pareciera consumir cada rincón de luz, aun así caminando… caminando....(...)...caminando, el silencio desolador, y la esperanza invisible a aquel soñador, injusto pero verdadero, pero aun así aquella tristeza podría cambiarse por la impaciencia de un nuevo amanecer… de nuevo aquella campana de la plaza quiere unir dos nuevos

mundos, mientras la felicidad que después de aquella tormenta logro llegar, ahora los aplausos la alegría y la algarabía son motivos de pasión y festejo, momentos que hacen olvidar lo que alguna vez un susurro pudo desvanecer y ahora los flautines medievales y el danzar celta quieren remover la cruzada de la cultura universal, donde todos siguen perteneciendo a todo, y donde todo tiene que ver con todo, donde las miradas se asemejan a mundos diferentes pero un mismo universo buscando ese colectivo común, ese sueño general impulsador que da un nuevo paso al nuevo siglo al nuevo terreno, con tanto sigilo que ni siquiera el tiempo se permitió dar a conocer, entre tanto electro y tanta modernidad lo que ayer fue medieval hoy quizás sea motivo de reproche y poca tenacidad, lo que para algunos fue su mayor momento para otros solo será un puente para seguir con aquella base que ahora tan siquiera pareciera un grano de arena tras muchos más que se han de congelar….