…Loco nihilista,
nadaista, egoísta, importaculista, hedonista con demonios internos fuera de
este mundo…
Las palabras
no eran suyas ni eran de nadie, muchos otros alguna vez tomaron un pronombre,
un articulo, adjetivos, onomatopeyas, signos de puntuación, nombres, musas,
todo era prestado, quizás esta fue su excusa para adentrarse en una nueva
tundra sin el delicado cuidado de los ojos del tiempo, al fin y al cabo, fue un
riesgo que quiso correr y un riesgo que muchos quienes leyeron “sus letras”, también
se atrevieron a tomar, como quien toma un trago de licor, con el peligro de
tomar otros siguientes, con un riesgo mayor de iniciar a cultivar una semilla
que algún día pudiera germinar, y el peligro seria una revolución misma de la existencia
del “individuo”.
He seguido
tus pasos.
Aun te
recuerdo, aunque hoy recordé que olvide como olvidarte.
Fueron las lágrimas
de otra ventana esta vez las que tocaron mi alma, para esta ocasión no fueron
mis ventanas quienes emanaron revoluciones titánicas de salado sabor.
Pude comprenderte,
y también pude comprender que a veces la impotencia de la ignorancia emocional
resulta un ahogo inevitable, lamentablemente a diferencia tuya, creería que al
menos contaba con un pañuelo, espero aun capaz de secar la lluvia.
Pudiera decir
que soy el resultado de tus actos, pero seria muy mediocre aceptar eso, seria
muy irresponsable y perezoso de mi parte, considero, que soy el resultado de
tus actos y los míos, solo sigo esperando que sea el cielo quien me regale su
inmensidad el blanco de sus nubes para vivir en paz.
(No puedo
evitar pensar que la piedra esmeralda que hoy esta frente a mis ojos, se cómplice
de una memoria senil que lleve a una ceguera o una visión algo poco conveniente
para el ego del hoy)
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